sábado, mayo 24, 2008

CHARLY GARCIA LOCURA ENMARCADA




1991 fue un año muy complicado para mucha gente. Más allá del alivio económico, hubo gente que tuvo que trabajar
mucho con su persona para mantenerse a flote. Charly García, sin duda, fue protagonista por razones
extramusicales durante los primeros meses. Pero el viejo acróbata logró llegar intacto a la red, con Tango 4 bajo el
brazo y un reencuentro con el público en Ferro. García recibió a Rock & Pop en un ensayo y se dispuso a repasar
el año capicúa que, por suerte ya es pasado.

_En un libro, que quizás Charly haya leído alguna vez, Don Juan trataba de explicarle a Carlos Castaneda la importancia del lugar Mucho más hábil y encantadoramente que en estas líneas, el célebre brujo mexicano intentaba iniciar a su discípulo en el arte de ser un hombre de conocimiento a través de conceptos muy definidos. Se— gún sus palabras, “el lugar” era ese sitio donde uno lograba hacer rendir sus fuerzas al máximo, donde prácticamente era inexpungable e invencible. Charly García no tuvo más maestro que él mismo en la difícil tarea de encontrar su lugar, un sitio que, como en el caso de Castaneda, no estaba demasiado lejos y que ya había sido hallado varias veces. García, como buen gato (su signo en el horóscopo chino), es de dar vueltas. De avanzar amenazantemente hacia lugares que no son los suyos y donde es vulnerable. De caminar por las cornisas, y de noche, amparado por un sexto sentido que, a veces, entra en cortocircuito y produce apagones.
A pocos días de su aparición en Ferro, donde antes destruyera una ciudad y ahora, confiesa, quiere “hacer nacer algo”, el felino Cha ny parece haber encontrado ‘el lugar”, o por lo menos ésa es la impresión que deja ver cuando uno entra a la sala de ensayo donde trabaja arduamente. Saluda desde atrás del piano, comiendo facturillas y tomando un juguito. Allí parece invencible, sentado en su butaca y con una calma que no le recuerdo desde hace muchos años. No es la calma que precede a la tempestad, ni tampoco algo que controle anLOCL
zarpazo. Sus uñas continúan bien afiladas y
su ocasional ferocidad sólo surge cuando empuña una guitarra, tal vez para rasgarla más aceradam ente. Pero detrás del piano parece sentir el calor necesario para observar al universo en una suerte de “estado alfa”.
A su alrededor se ordenan Fernandito Lupano, su tocayo samalea, el Negro García López, el Zorrito Quintiero, el repatriado Alfi Martins y sus técnicos y plomos de confianza. Al poco tiempo está zapando sobre una base tipo Daors que surge desde los tones de la batería. Buscan riffs, los encuentran, los pierden (a veces voluntariamente), se desbocan, solean. Se divierten. Y Char/y más que ninguno, probando los sonidos de sus nuevos teclados y conduciendo con la mirada a un grupo que le conoce el pensamiento y que sin solución de continuidad arremete con una estupenda Interpretación de “Little Wing, original de Jimi Hendrix, del cual García es fanático confeso.
Pero la realidad periodística no es tan complaciente, y uno debe distraer a Char/y de su juego favorito para pasar a otro en el cual sigue siendo habilidoso:
el reportaje. Aunque, entre nosotros, quien suscribe preferiría seguir ahí, en un rincón invisible, disfrutando de su maravillosa música, convengamos que una buena con ve rs a - ción con García no deja de ser seductora, y al fin y al cabo, la noche y el ensayo son
largos.




Podríamos comenzar con un balance de 1991, si te parece
Sí... Para mí empezó una noche, en lo de Pedro, grabando “Mala señala. El tocando el piano, y yo cantando y compo
canciones, niendo la letra al mismo tiempo, y él haciendo la melodía también al mismo tiempo. Después de eso, muchas otras con muchos p-oyectos y muchas cosas que venlan todas juntas. Lo recuerdo así, muy ligaco a Tango 4. Las primeras conversaciones scbe lo de Serú, a cosas fuertes que errDe.zaan a gestarse.
Un buen día me desperté en otra cama juh! y dije “joia! ¿Qué pasó acá? Me sacaron una muela! (risas). Después retomé lo de Tango, empecé con la pintura y poco a poco fui como trayendo de nuevo algo al cuerpo. Habla algo que en mí no estaba junto. Yo creativamente tenía el cerebro a mil, pero lo tenía al cerebro por un lado el alma por el otro. Estaba un poco... Si hubiera tocado en un concierto me podría haber bajado íor”‘’ pantalones. Esta vez decidí parar un poquito, tomármelo con más calma. Eso significa toda una serie de cosas. Significa... ...
Replanteos?
Planteos. Significa, como dice Keith Rlchards, tres días de treparse por las pa-redes, después te vas sintiendo mejor. Pero durante todo este tiempo, este año, lo que más rescato es Tango por toda la locura creativa. Al mismo tiempo que estaba internado, digamos, en un lugar, estaba internado en lo de Pedro terminando la misma locura que habla sentido en el comienzo del año, pero desde otro punto.
Una locura dirigIda, digamos....
Claro, pero lo que hicimos fue agarrar esa explosión y enmarcarla. Lo que realmente te cura es lo que más te gusta hacer; en mi caso la música, en el caso de otra persona su llama. No se trata de apagar la llama: se trata de controlarla. En ese momento aparece ese personaje que yo tengo que se llama Gabriela, ¿no sabs qué es?
No.
OK, voy a revelar a Gabriela. En el último tema de Tango 4, Happy and real, dice ambiente: Gabriela. Ella es un personaje que me sa1e a mf me salía cuando torna gunas copas de más, Rirc (aanelli) me decía que yo r-e convertía en un monstruo cano E Increíble Hulk. A ese monstruo lo bauticé Gabn&a Es car.. la mujer de Roger Rabt ua especie de feme gata: saçar de enfrente porque “te todo. No tiene paz, es b más hinchapelotas del mundo. Es la parte mia, que a veces se me ve, tipo eléctrico.
Así como Pnnce tiene su Camille
- Claro, me sale una especie de “engendro lesbiano”. Lo primero que hubo que hacer fue calmar a Gabriela, una vez calmada se comenzó a convivir con ella y ahora estoy tratando de que Gabriela haga un par de apariciones. Ferro es una buena oportunidad para la chca (risas). Pero mostrar una Gabriela, no sé si más recatada, porque ser recatada no va con ella, pero quizás es una
dosis un poco más amable.
Pero para todo esto fue muy
importante k que pasó ‘ casa
con la banda (Los Enfeimeros).
Es una cosa muy buena. Hubo como un parate, pero ninguno de los chicos se fue a tocar
con Valeria Lynch, no por desmerecer a Valeria, pero por
darte un ejemplo. Cada uno se
la bancó como pudo. Y esas
cosas, a nivel persona, son muy importantes. Si lo que yo necesitaba era una cosa más “together” en lo personal, el entorno fue muy bueno conmigo. Me di cuenta que uno está más o menos cuidado, valorado.
Probablemente hayas descubierto quiénes son los que realmente te quieren y los que no.
Seee. Fue como una prueba de fuego, pero es así y no es tan así. Vos te das cuenta quién te quiere y quién no. Una cosa es querer y otra es como querer. A mf —e trataron de diez
¿Y cómo te trataron desde afuera? La prensa, ese ojo público... En aún momento temí que te crudfi.
Mirá, dentro de la cllnica uno no se entera de nada. Yo veía que c..e’ar sacar fotos, y de ese modo te serts pesnado. Me trataron bien, no se eaon. Pero no tenla mucho m q.. contar me agarraron en un “dea” de marca: simplemente fui a una clínica para gente que está un poco nerviosa (risas). Lo que uno puede dejar a través del tiempo, de canciones, hace que la gente te conozca un poco y sepa que le puede pasar a cualquiera. Mucha gente dice me reflejo en tus canciones, y amigos míos me dijeron me interné con vos”, aunque efectivamente no se hayan internado. Fue un momento donde pasó un rayo de electricidad por Buenos Aires y hubo un sacudón muy fuerte. Y es bueno que nos encontremos este fin de año bien parados, rozagantes y con ganas de seguir. Porque en 1991 pasaron muchas cosas muy fuertes, por lo menos para un grupo de gente.
Es verdad. Es bueno verte “on the road again”, ¿cómo fue volver a la calle con la nueva Óptica?
De dla, por ejemplo (risas). Primero me escondl atrás de los vidrios negros de un auto. Después empecé aajar la ventanilla, comencé a mirar las chicas. La onda que hay en la calle es de la puta madre. Se nota que estoy bien en la calle ¿no? Cuando estás muy ensimismado, o en el caso de una banda que no para nunca, no estás muy bien en otro lado que no sea un escenario, lo cual es medio patetic’. Le estoy tomando el gusto a la calle, sin engolosinarme. La veo bien a la calle, la gente, los chicos contentos. Me tiran una muy buenaonda a mi, pero a veces veo sin que me estén mirando y veo parejitas apre radona fue muy terrible. Una sensación de desprotección absoluta, como país, como imagen. ¿Cómo se pudo legar a una cosa así y nadie hacerle un poco la gamba, cuidarlo?
Se buscaron algunos chivos expiatorios ¿no?
SI, pero por suerte salí de la clinica y arreglé todo ¿no? (risas).
Cambiamos de tema. Tango 4 da la impresión de ser mucho más coherente que el uno, más enserio...
Sí. Para,ml Tango 4 es un discazo. Influyó mucho grabarlo en una casa, la de pedro. Tocar los dos, firmar los temas juntos. La otra vez era un tema de cada. Aquí la regla número uno fue: no puede haber un tema de uno solo, o sea si vos
hacías un tema la etra es mía, o el estribillo. Cada cual tocó lo que quiso, las ideas se compartieron. Hay momentos brillantes como en 30 denaxios que no pasan todos los dias. ¡ricimos un monstruo! Esto me deja muy tranquilo musicalmente, da nuevas pautas. Uno puede decir que es pos-tiatmiento, no sé qué pasa pero de alguna mana da una puntada como para que yo ahof a pueda grabar un disco que sea distinto. Este disco me marcó
Vi en el ensayo que incluís canciones viejas, como temas do La Máquina. ¿Se liberé en vos algún escape que te reconectó con cosas del pasado que
hablas olvidado?
Es verdad, me conecté con
una parte que por COncep- -
tos a veces dejás. Cosas que decidis que no vas a hacer más, a veces es muy bueno pero también ves que en el caíoncito de al lado hay cosas que creíste que nunca más te iban a
gustar ‘y te gustan, y que se
puede modificar y seguir
creciendo. Tiene que ver
con una conexión a un cable maestro para logros aún
mayores Yo ahora quiero hacer. cosas mucho más
arriesgadas, pero evidentemente hay pedacitos de La
Máquina pedacrtos de mu sica que son medios inexplicables que necesitan ahora un tiempo de reflexión y ma-
duración.
Además a Los Enfermeros le gusta La Máquina. No sé,
espero que el recital mate, que cuando salga la revista
estén todos diciendo jGuau, me volaron la cabeza!
¿En qué fase está lo de
Serú?
En estos días se define, pero creo que sI. Estamos los cuatro al mango y sólo hay problemas de tIpo contractual y papelerla, pero no hay historias. Tocaríamos temas viejos, compondríamos por lo menos seis temas nuevos y seguro que un disco.
¿Tus 3 deseos para el ‘92?
Hacer un disco que rompa todo, viajar un poco de nuevo y hacer una música de película para De la Torre. Más que deseos son los proyectos. Por ahora espero Ferro y qué se haga lo de Seró. Si hay vida después de Serú Girán, seguram ente va a ser bello.

Sergio Marchi

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